viernes, noviembre 28, 2008

lunes, noviembre 10, 2008

Simposio para un afeitado parejo

No fue una tarde de invierno de un ocio apelmasante, encontrándose en la acción involuntaria del enrulado de la barba con la presión justa entre dedo pulgar y anular, cuando determina, ese yo de turno que hablaba en su cabeza, que ya es hora de volver a la cero textura, de desenterrar de abajo poros, puntos negros y un color acorde a cierta palidez solo por partes intimas logradas.
Sin pensarlo dos veces, se refleja al frente de un espejo manchado de pasta dentífrica.
No se piensa dos veces nunca, eso es una falacia, es decir, piensa técnicamente, tratando de perder la conciencia de su yo en el reflejo, en un mirar fijo. Piensa: ”...ejecutamos un programa de pensado largo sistemático, que nada afecta al pensado original, solo concluimos en el tiempo perdido lo original del proceso... “
Ya la cara embadurnada en la espuma, la cuchilla en la mano hábil.

Un científico con guardapolvo de blanco profundo, acorde a su importancia, pone PAUSE en un cañón proyector y el personaje se inmoviliza. Los filisteos, dice, ya se venían venir este problema. Ellos alcanzaban los niveles más altos de prolijidad de Knaan. Sus trajes eran secados sobre la piedra caliza no presentando arruga alguna, así como, delineaban a modo decorativo sus ojos con el extracto obtenido de la flor del Estramonio, según cita J.I. Packer en su clásico libro Knowing God (Conociendo a Dios). Ya avanzado en el mas mínimo detalle, estudiaron los movimientos posibles, a la hora de rasurar los pelos crecidos en la zona facial de sus ciudadanos masculinos logrando ajustar los tiempos al punto de que “no se note” al ojo humano la diferencia en longitud de los superiores al labio (para el caso, donde se estilaba a iniciar el movimiento desmalezador) con aquellos alojados en el sector mandibular izquierdo (donde finalizaba dicho movimiento).
El estar detalladamente prolijo, con lo que se dice una barba perfecta al ras, implicaba pues gozar de un cierto nivel económico ya que la técnica mencionada requería de por lo menos tres manos hábiles operando al mismo tiempo, para una cara media de unos treinta centímetros cuadrados de área.
Encierra el área estimativa con el puntero láser, remarcando los pómulos del modelo que se contempla pausado y atónito de lo estúpido que ha de parecer ante otros tantos de miles científicos de guardapolvos blancos el estar en ese estado de cara embadurnada de espuma.
Mientras vuelve a darle vida al modelo apretando PLAY subraya la importancia de la naturaleza en el fenómeno, de que no suframos hoy este difícil planteo estético.
Un siglo después el problema del crecimiento diferencial de la barba es subsanado por la ley de selección natural. Aquellos entes glandulares que provocaban un crecimiento veloz de sus vellosidades murieron solitarios en las cimas de las colinas o en su defecto desangrados por lo precario de la piedras filosas que usaban a modo de gillette.
Hoy día el crecimiento de un micrón de milímetro por hora, seria imposible de notar en contraste con otro pelo que crece dos micrones mas atrasado (por haber sido afeitado tal vez un minuto a posteriori).
Luego de un silencio largo, el disertante inclina levemente su torso hacia al publico, dando a entender a la audiencia donde habia puesto el punto final.

viernes, noviembre 07, 2008

El 10 hace apología