viernes, agosto 04, 2017

Soñé que me echaban de mi laburo. Trabajaba de comunity manager, de una compañía clase B que vendía un arsenal de productos para luchar contra los piojos. En mi sueño yo abría y cerraba pestañas frenéticamente, pero no sabía que poner, ya había agotado todo lo que había para decir, estaba seco. La compañía tampoco me ayudaba. El último producto que habían lanzado al mercado era una especie de shampoo que venía en dos envases: uno grande y uno chico. El shampoo del grande mataba a los piojos grandes y el chico hacía lo propio con los piojos pequeños. Si usabas los dos productos a la vez, el efecto mortal se anulaba y no morían ni los grandes ni los pequeños. Yo acompañaba los posteos con frases del estilo: “no sea atolondrado porque si no, en esa cabeza, no pasará nada J J J”. Después que me echaron ahí estuve un tiempo sin trabajo hasta que salió una nueva red social. El nombre era algo así como ”kfushhh” o esa sensación sonora de ir caminando al costado de la ruta y que te pase un auto a toda velocidad. En esta red social los caracteres alfanuméricos no te servían de nada, las fotos eran rechazadas, solo podías subir sensaciones utilizando un hardware que te enchufabas al cuerpo. Me desperté y posta que hasta ese momento aún no sabía cómo se usaba, ni para que serbia, ni porque alguien me iba a pagar para que trabaje en eso…