domingo, octubre 08, 2006

lo viejo tiene perdon
y cosquilleo

Nuevo final de bajos instintos

Al despertar por la mañana
el sagaz detective bajaría de la cama
por el lado izquierdo
por el lado que en la noche anterior
ocupaba la blonda.
Se clavaría un punzón en el talón.
Maldeciría bajito para no despertarla.
Pensaría, mientras se remueve la lagaña de los ojos
Y caería en la cuenta de la verdad
La cara del criminal se encuentra a distancia almohada
La cara del criminal es la cara de su amada
La baba densa no es amparo de nada.
Tendría hambre y marcharía hacia la cocina
tratando de dilucidar porque habría ido aparar ese escarbadientes ahí.
En un bol los copos coloridos .La leche. Una frutilla.
Se acordaria de un meo pendiente.
El semen seco que desviaria el chorro caudaloso manchando piso y azulejo.
El pie descalzo. La temperatura exacta.
La cara de su amada de cuerpo escultural nuevamente
Muy suave, se acordaria
De la mañana, como lo lastimo,
esa pelusa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué buen poema Ioni! En serio. Y qué buen final.

Por qué parece que cuando uno dice "qué buen poema" hay que decir en serio automáticamente como si esa frase fuera a leerse, sí o sí, en clave irónica?

andres alberto dijo...

a mi también me gustó. revisá bien todos los acentos, nomás.
así cortitos sí los leo.