miércoles, abril 09, 2008



Antes de ayer fui a una charla al museo de Arte Contemporáneo dictada por la Licenciada en Historia del Arte de la UBA Valeria Gonzalez, donde en una serie de charlas piensa analizar las condiciones de la fotografía dentro del sistema del arte contemporáneo desde los años 60 hasta la actualidad.

Luego de la introducción, de plantear los debates que surgieron casi a la par de los primeros desarrollos fotográficos, de si la fotografía era copia exacta de la realidad y entonces carente de valor artístico y de aura, considerándola una pieza tecnisista sin mucho por ofrecer al espíritu humano, citó a Jeff Wall, el cual dice que la fotografía empieza a ser considerada como arte recién a partir de los 60 porque es por estos años que la fotografía alcanza su etapa de vanguardia.

Luego describió al pictorialismo como parte de este proceso, ya que fueron estos los que pretendieron con diversas tomas desarticular la foto de un mero registro de realidad para poner en discusión el concepto de "artisticidad de la fotografía". Los procedimientos que estos usaban eran básicamente negar el recorte que la fotografía de por si causaba, la subjetividad y las texturas de superficie. Buscaban mediante el proceso fotográfico construir una imagen y no "tomarla". Un referente de este movimiento es Stieglitz, del cual mostró varias fotos.

Lo que sigue, son los conceptualistas, que buscan destruir la idea de objeto artístico. Acá es donde la fotografía vuelve a cobrar fuerza ya que varios artistas la toman como medio. Así, nombro un fotógrafo (que no recuerdo su nombre) que saco tras realizar un viaje por el estado de California (tampoco recuerdo si era exactamente California) 14 fotografías de estaciones de servicio a la ida y otras 14 a su retorno. De esta forma decía Valeria, que el artista lograba llevar a la fotografía al "grado cero", se entiende, porque desde el punto de vista documental la foto no le era de "utilidad" a nadie, y por otro lado tampoco era una cuestion de esteticismo el único caudal avalatorio.

No pretendo pasar un parte riguroso de la charla, tampoco discutir esto temas, ahora y en este lugar. Cuando me puse a escribir pensé solo dos cosas. La primera es dejarme un registro escrito de una línea de lectura que me pareció acertada. La segunda es que me sentí identificado con la obra de un fotógrafo que presento así a la pasada, mientras desfilaban los primeros conceptualistas, su nombre es Douglas Huebles.

Resulta que el año pasado se me había ocurrido trazar una especie de recorrido y que varias personas lo ejecuten desde distintos puntos de partida, registrando una fotografía en ciertos puntos preestablecidos. Una especie de mapa del tesoro.
(por cierto que lo lleve a cabo y obtuve resultados mas que considerables). La cuestión es que este Huebles, en el 68, traza un hexágono sobre el mapa de Nueva York y otro sobre el mapa de Boston. Después hace una fotografía del lugar que indica cada esquina de los dos hexágonos en el mapa.

Me inquiete, porque ya me había pasado otra vez de encontrar en una galería fotos demasiado símiles a algunas mías.

Valeria siguió analizando algunas fotos mas, y aclaro que lo que se critica no es un tema de originalidad, si no de “conciencia”.
( Jeff Wall dijo que después de los 70 el arte se encuentra con un muero y choca y rebota y por lo tanto los artistas vuelven a buscar/utilizar técnica y estilos del pasado). Por eso es que un artista contemporáneo que haga fotografías que se asemejen al estilo pictorialista o a un fotógrafo particular de este movimiento, por ejemplo, debe de alguna forma ser “conciente” de esta brecha temporal, del camino que el “arte” realizo para que el haga eso.

Ahora bien, me pregunto si este tema de gestar en el artista la “conciencia”, implica directamente un saber, un absorber de información kilometrica y a medida que pase el tiempo cada vez mayor, hasta el punto que trasladado a mi caso particular implicaría un no obrar por temor a lastimar o quedar en falta con dicha conciencia.

Como el Funes memorioso de Borges, que tardaba un día entero en reconstruir un día anterior. Consumía un día de vida, en recrear un día muerto.

¿Existirá un punto medio?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver, me parece que ahí hay que hacer una aclaración, que en una de esas la podía haber hecho la propia Valeria, y es qué está diciendo ella cuando dice "artista". Creo que está muy claro que lo que ella dice es que el artista que quiere competir en el mercado del arte actual o que se quiere consagrar en el campo artístico actual o como se quiera pensarlo, tiene que tener esa conciencia. Y entonces sí, estoy de acuerdo con Valeria. Pero por suerte no hace falta una vida sino un repaso a grandes rasgos de los grandes hitos de la historia del arte, cosa que en tu caso se facilita porque la fotografía es un arte relativamente nuevo.

Ahora.

Como hacer podés hacer lo que quieras, y haciendo lo que quieras podés ser un artista. El tema es quién va a reconocerte como tal. Tampoco hay que esencializar a la palabra esa.

Anónimo dijo...

Ah, porque la repetición no vende salvo que sea en la forma de lo retro.

Anónimo dijo...

COMPETIR?
MERCADO DEL ARTE ACTUAL?
CONSAGRAR??
NO VENDE??

estas hablando de arte o de tabletas de Fuyí vape?

fuck off