jueves, abril 24, 2008

Si todavía quedan lideres religiosos, que empiecen (como parte de un plan divino) a despulgar osos pandas

La principal causa de divorcio, se lee entre lineas. Si hay algo de divino es la ignorancia.
Él vive en caballito, desde siempre. Desde los 8 años que su madre hace un día a la semana la pasta casera y acompaña con una salsa fuerte de tomate, cebolla y ajo. Vive en un departamento de tres ambientes y si hay algo que predomina es el olor a planta (ya que su madre es una ferviente oradora).
Ella vive en San telmo. Con su madre y un hermano. El año pasado se recibió de contadora. Trabaja en el microcentro. Para ir y volver del trabajo, toma la linea C. Para ir a la casa de su novio (referenciado en el presente texto como: Él), combina la C, con la B. Hay veces que le agarra una especie de fobia del "bajotierra" y usa el 168 (a costa, claro, de caminar un poco más y de intercalar pancho mordiscos y pasos en ese adicional de trayecto).
Se conocieron en Agosto del 1992, pero este dato es vano desde la trama existencial, pura contaduría y registro, es como tomar un fotografía, justamente la crisis radica en ese "se conocieron". Temo que tal vez cuando ella le dijo a el "no quiero que estemos mas, me quiero separar" fue quizás la plena conciencia del conocerse. Entonces, digo que el amor vive fuera de toda mística. Es química de ideas (que son mas química) y química de físicos. Y los que se proclamaron amantes y estuvieron convencidos al punto de llevar terrible burócrata papel de registro civil, hoy tiemblan, flacuchos y pálidos, por el hecho simple de compartir un mismo departamento. De salir de un baño besarse limpios y no saber quien es quien. Dejar de lado los olores del trayectos no transitado. La justa contaminación de un perfume caro.

Entonces , si la fe mueve montañas, la fe implica esfuerzo. Una de dos, o se esfuerzan en lograr un encuentro primigenio en un ambiente lo mas selvático posible o se condenan al esfuerzo otro de transitar caminos bobos,que no llevan a nada, donde no es el destino final (un lugar concreto a llegar) el que te incentiva a dar el próxima paso, más bien es por una retroalimentación propia de la rutina, que mantiene el orden y a un nivel mínimo de cuestionamiento las elecciones pasadas.

4 comentarios:

ionito dijo...

A decir verdad, la idea primera era la siguiente: Dos amantes de tiempo que aun no se conocen los verdaderos olores de su cuerpo.
Buenos aires es la mole que permite que eso sea tal cual.
Doy fe.

Por el otro.
La nariz. Yo tenia un par de ideas al respecto de este sentido menospreciado.

Lo dejo picando.

ionito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
j. dijo...

Opino, ya que estoy: primero y principal, dos amantes que no se conocen los olores deben estar amandose de un modo bastante peculiar... en todos los sentidos de la palabra. Coincido plenamente con usté en esto.
Segundo: importancia del olfato. También acuerdo: nada más lindo que olisquear al otro en sus partes más olorosas, reconocerlo de un modo casi animal.
Pero, tercero, desacuerdo en la idea de príncipe azul que subyace al texto... Nada más dañino que la idea de "juntos para siempre" para una pareja (doy fe). Creo que hay que deshacerse de ese mito cuanto antes, sin perder la importancia de cuidar las relaciones, mimar a los que queremos, preocuparnos...
Ahí, ¿estamos en desacuerdo?
Salú.

ionito dijo...

si, estamos de acuerdo. Pero...
en un punto intermedio, para mi la idea de principe azul es una persona altamente compatible con la cual deseo pasar la mayor parte de mi tiempo.

Estoy de acuerdo en no afirmar el "juntos para siempre", pero no renuncio a la idea de que hay un A que espera algo de un C. y este C se va a ser realemnte feliz (por X tiempo) cuando eso pase.

Diferencias de destinos??
Negociemos..